Mi sueño es visitar cada rincón de este mundo, y a la vez tener una cámara para plasmar todos mis momentos, crear un álbum de fotos para que mis nietos puedan verlas y así contarles historias que algunas veces les cause temor, dolor, alegría y que la sangre que fluye en ellos se convierta en aventura. Eso es lo que pido y deseo.
Alejarme de la ciudad para ir al bosque.
Quizá, nunca fui niña de ciudad, yo tan sólo deseaba escapar y sollozar sola en un bosque, ahora me encuentro sentada en una casa tan bien construida y a las afueras de esta se encuentra el ruido de un taladro, miles de carros y tacones. Un olor a humo, desconsentra mi mente, un silbido pasa por mi cabeza, señal de que no pertenezco acá. Yo deseaba estar acostada en una hamaca que me balanceara lentamente y el viento estuviera cogido de mi mano, para poder disfrutar la brisa y el cantar de algunos pájaros; me imaginaba estar columpiándome alto y que el olor a rosas y orquídeas me conquistara una tarde de sol, o tal vez de una lluvia temerosa, con solo sentir la tierra mojada y tomar chocolate caliente.
Era lo único que pensaba, aquella noche de frío. Era mejor estar viviendo lejos de la ciudad. Como mi papá, en el pueblo de él, al lado de un carril de trenes, que cada mañana se levantaba temprano a visitar su campo verde y algunos ladridos de perros rompían el silencio. Cuando me encuentro lejos de la ciudad, mi corazón va a mil, recorriendo una carretera con curvas y cada vuelta la gozo cómo si fuera el último día de mi vida, cuando me encuentro así, no deseo hacer nada, sólo montar a caballo. ¿Acaso nunca han tenido esa conexión con alguno?, cuando lo tocas, sientes su corazón y su agitada respiración mientras vas en par con él, sientes en sus ojos negros y profundos un momento que cada segundo cuenta.
Mi sueño es visitar cada rincón de este mundo, y a la vez tener una cámara para plasmar todos mis momentos, crear un álbum de fotos para que mis nietos puedan verlas y así contarles historias que algunas veces les cause temor, dolor, alegría y que la sangre que fluye en ellos se convierta en aventura. Eso es lo que pido y deseo.
Mi sueño es visitar cada rincón de este mundo, y a la vez tener una cámara para plasmar todos mis momentos, crear un álbum de fotos para que mis nietos puedan verlas y así contarles historias que algunas veces les cause temor, dolor, alegría y que la sangre que fluye en ellos se convierta en aventura. Eso es lo que pido y deseo.
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