Aún espero las palabras de algunas persona y no creo que lo hagan ya que tienen una burbuja protectora forrado en mil capas de hierro llamado orgullo, así que yo tampoco lo haré y no tengo porque hacerlo, así de sencillo, porque ellas son las que me trataron mal, las que me hicieron pensar y las que me hicieron llorar, lo único que ellas hacían era burlarse y susurrase entre si. Todavía hay tiempo. Si ellas van a tener orgullo entonces yo también.
Mis pensamientos nocturnos acabaron de despertar, en este momento son trasladados a papel en tinta negra que algunas veces se corre y es difícil de leer, se torna borroso y al final tiene un color gris. A la vez de que estoy feliz estoy triste, parte de que mi gran infancia se fue, al otro lado del mundo, para una vida mejor, para su mayor futuro y cómo para mi es difícil, él debe sentirse peor, sólo que se fue y no se sabe si regresará, nunca supe que le tendría tanto amor, pero ahora que ya no lo tengo pienso y digo que no lo supe valorar, me arrepiento de muchas cosas y cómo todos harían, quisiera devolver el tiempo y cambiarlo para no haber malgastado ese maldito tiempo... Es tan confuso, es cómo estar en una ola y no saber nadar.
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